¿QUIENES SOMOS?
Nuestra historia como anglicanos conservadores en Colombia comienza en 1976. En aquel entonces, la Iglesia Episcopal de Estados Unidos tomó una decisión histórica: permitir la ordenación de mujeres como sacerdotes y obispos. Sin embargo, esta decisión generó un profundo desacuerdo entre muchos clérigos y fieles, quienes consideraban que se estaba apartando de las tradiciones anglicanas más antiguas.
Como respuesta a estos cambios, un grupo de líderes religiosos se reunió en San Luis, Missouri, y fundó un movimiento que buscaba preservar la fe anglicana tradicional. En este encuentro, conocido como el Congreso de San Luis, se redactó un documento fundamental llamado la Afirmación de San Luis, donde se reafirmó el compromiso con las doctrinas y prácticas anglicanas tradicionales.
En Colombia, este movimiento encontró eco y en 2010 se estableció oficialmente la Iglesia Anglicana Conservadora. Nuestro país se convirtió así en parte de una comunidad internacional de iglesias que comparten los mismos valores y creencias. La Iglesia Anglicana Conservadora en Colombia está reconocida legalmente y cuenta con una estructura eclesiástica bien definida, con sedes en varias ciudades, incluyendo Bogotá, Zipaquirá y Villavicencio.
Nuestro Obispo Primado, el Arzobispo César Augusto Rozo Briceño, encabeza la Iglesia en Colombia y mantiene una estrecha relación con el Primado Internacional, el Muy Reverendo Arzobispo Alfred Dale Climie, con sede en Estados Unidos. Esta conexión nos permite formar parte de una comunión global de iglesias anglicanas conservadoras, compartiendo experiencias y recursos.
Además de nuestra labor pastoral, la Iglesia Anglicana Conservadora en Colombia también se dedica a la formación teológica a través del Centro de Estudios Religiosos y Teológicos San Ethelberto de Kent.
En resumen, somos una comunidad de fieles anglicanos comprometidos con la preservación de las tradiciones de nuestra iglesia. Nuestra historia se remonta a un momento crucial en la historia del anglicanismo, y hoy en día formamos parte de un movimiento global que busca mantener viva la fe anglicana tradicional.”





